¿QUÉ ROPA ME PONGO HOY?
Hay una cosa que diferencia a las marcas de las personas, en cuanto a Packaging se refiere: nosotros cambiamos de ropa habitualmente; las marcas no deberían hacerlo.
Existe un concepto clave en la gestión de Packaging, muy ligado con el punto anterior: la coherencia. Como en Branding, mantenerse coherente a lo largo del tiempo es sinónimo de éxito en el mercado. Una prueba de ello la tenemos en Coca·Cola. A lo largo de su historia, la marca ha sufrido diferentes restyles en su envase. Sin embargo, la esencia de la marca no ha sufrido variaciones.
No queremos decir con ello que Pepsi, la otra cara de la moneda, hiciera mal cambiando de forma considerable su identidad visual; es de sabios saber rectificar a tiempo. Coca·Cola no necesita hacerlo, sencillamente porque ya acertó a la primera.
Todo pack se puede cambiar. Es más, muchas veces se debe cambiar. El mercado, las tendencias y las audiencias de las marcas evolucionan, y con ellas lo debe hacer su envase, modificando y ajustando ciertos aspectos visuales complementarios, pero siempre manteniendo intacta la identidad de la marca.