Seguramente muchos de vosotros conocéis la marca Airbnb. Básicamente, su parte tangible se sustenta en un modelo de negocio "revolucionario" (nosotros solemos usar esa palabra entre comillas ya que suele ser propiedad de Apple ;) que, en resumen, permite el alojamiento y alquiler de espacios y viviendas entre particulares.
Sus fundadores, Joe Gebbia y Brian Chesky, crearon una startup por "casualidad", como muchas de las que luego se convierten en grandes empresas. Ambos tenían una deuda pendiente con su casero, así que ofrecieron el propio salón de su casa con un colchón y poco más a quien lo quisiera alquilar para poder saldar su deuda. Para ello, crearon una web y un logo lo más rápido posible, el mismo logo que ha llegado hasta la semana pasada. Éste:
Pero aquella aventura inicial se ha convertido en una gran empresa valorada en 10.000 millones de dólares. Los fundadores eran conscientes de que debían crear una nueva identidad visual que, a modo de restyle, transmitiera los valores de la marca. Ellos mismos afirman que la identidad visual que tenían hasta ahora no representaba la esencia de la marca: el concepto de Pertenencia. Y he aquí su nuevo logotipo.
La nueva identidad visual parte, como comentaron la semana pasada sus propios fundadores durante su presentación en sociedad, del concepto de Pertenencia. De ahí que el nuevo símbolo o icono de marca se llame Bélo (del inglés belong, pertenecer). Os dejamos un vídeo muy chulo donde la marca explica las razones y el por qué del cambio.
A nivel técnico de diseño la argumentación de la marca se resume de la siguiente manera, como nos cuentan desde Brandemia en un análisis de Romualdo Faura que os recomendamos.
En nuestra opinión se trata de un desarrollo de marca impecable y coherente a nivel de implementación visual con el concepto de marca. El problema viene cuando algunas audiencias de la marca, que no tienen por qué ser el público objetivo (audiencia y target son cosas diferentes) ponen a parir todo este trabajo tan bien argumentado.
POLÉMICA #1: CONNOTACIONES SEXUALES DEL SÍMBOLO BÉLO.
Tras la presentación en sociedad de la nueva identidad, las redes sociales (lo que en términos de impacto y popularidad equivale a decir Twitter) fueron un polvorín. Empezaron a circular tweets como éste:
I mean let’s just say it, the new Airbnb logo is a vagina http://t.co/Nde21KZfNl pic.twitter.com/O9lElHLg31
— Sam Faulkner Biddle (@samfbiddle) julio 16, 2014
Algunos veían en el nuevo icono de marca Bélo una vagina, otros unos senos e incluso había gente que veía unos testículos. Vamos, todo menos lo que la marca quería comunicar. Y ya sabéis, acción-reacción. Mientras unos sólo le veían connotaciones sexuales al símbolo, otros se apresuraban a dejar clara la diferencia entre una vagina y el Bélo de Airbnb, tildando a los demás de mentes verdes. En Fast Company incluso publicaron una guía visual para vaginas, citando expresamente el logo de Airbnb.
Parte de la posible similitud viene por la propia campaña de Airbnb, Create Airbnb, donde cualquiera puede personalizar el nuevo símbolo de marca. Mucha gente ha aprovechado la acción participativa de Airbnb para crear sus propias interpretaciones sexuales, como nos cuentan en Yorokobu.
POLÉMICA #2: "SIMILITUD" CON SÍMBOLO YA EXISTENTE.
Somebody didn’t do their homework. Existing logo top, new logo bottom: @Airbnb pic.twitter.com/bBJ9Os6K5J
— erik spiekermann (@espiekermann) julio 16, 2014
Efectivamente, parece ser que el Bélo de Airbnb se parece a algo parecido a lo que parece ser otro icono de marca, previamente existente: el de Automation Anywhere, que en los últimos días ha tenido casi la misma exposición mediática que el tema de las vaginas. La empresa ya ha dicho que se halla en proceso de rediseño de su logotipo. Sí, nos referimos a Automation Anywhere, la que había creado el "primer Bélo", ¿acaso pensabais que lo iba a cambiar Airbnb?
Gabinete de crisis: qué hacer cuando ocurre algo así.
Usemos el sentido común: no hay que hacer nada.
Muchos han puesto el grito en el cielo por la polémica sexual: es la menos importante, sin duda. Al final, cada uno ve lo que quiere ver. Nuestra mente funciona así, se basa en estímulos y prejuicios previos, del pasado, para interpretar constantemente el presente y el futuro.
Se ha llegado a decir que Airbnb debía cambiar toda la nueva identidad visual. Y eso es una barbaridad, sencillamente porque siempre (repetimos, siempre) se le puede sacar punta a cualquier creación nueva. Por eso es muy importante explicar el por qué de las cosas, aunque las audiencias siempre tengan la última palabra. Y como Airbnb ya lo ha hecho, y muy bien, no debería preocuparse en absoluto. En dos meses todo el mundo habrá digerido el cambio y el tema será una anécdota más.
Más preocupante es el hecho de Automation Anywhere. En un primer momento, la empresa acusó a Airbnb de plagio. Pero como suele ocurrir en estos casos, y dada la diferente magnitud de ambas compañías, la grande se encarga de que no haya parecidos con la pequeña.
La verdadera polémica no es de la que se está hablando
A nosotros no nos preocupa tanto que dos símbolos se parezcan. Lo preocupante es que nadie se haya dado cuenta de ello antes. Porque la creación de la identidad visual no sólo debe estar bien argumentada conceptual y visualmente, también debe ser única. Y para saber si algo es único hay que ver primero que no exista nada parecido.
Y a vosotros, ¿qué os parece toda la polémica generada en torno a Airbnb y su nuevo logo?