Algo está pasando en Apple. Sí, algunos dirán que algo gordo pasa desde que Steve Jobs nos dejó hace tres años. Pero no vamos por ahí. Ni siquiera por la reciente inmersión de los de Cupertino en nuevas categorías de producto como los "wearables", aunque nosotros lo llamaríamos moda. O su nuevo servicio de pagos a través de los nuevos iPhone 6. Tampoco vamos a hablar de que el iPhone sigue siendo el smartphone más vendido del mundo, año tras año, y que Apple ha vuelto a batir récord de ventas en el primer fin de semana de ventas (10 millones de unidades vendidas en USA, UK y Canada, 2 millones vendidas en China en las primeras seis horas).
Hoy vamos a hablar de Naming. De algo que muchos de vosotros seguramente os preguntasteis cuando el nueve de septiembre visteis de nuevo ese "One more thing", ahora pronunciado por Tim Cook: ¿por qué el nuevo reloj de Apple no se llama iWatch?
Un nombre genérico... para el menos genérico de los relojes
Técnicamente, y en términos de Naming, el nombre escogido es Watch. Sí, se trata de un genérico que describe la propia categoría de relojes, en inglés. ¿Qué hace Apple apostando por un nombre genérico para su nuevo producto? ¿Se han olvidado de todo el Marketing que han ejecutado a la perfección durante años? ¿Está cometiendo Apple un grave error de Branding y Naming?
Si nuestra respuesta a la anterior pregunta es sí deberíamos entonces plantearnos si conocemos a Apple como marca. ¿Existe algún nombre más genérico que "teléfono" para designar a un teléfono de Apple? ¿Existe algún nombre más genérico que "Mac" para designar a un Mac? No. Y ambas marcas, iPhone y iMac, no parecen sin embargo ser tan genéricas como lo son. La razón de esa percepción está en la "i", pero sobre eso hablaremos ahora.
No es sólo que no se llame iWatch. ¡Es que ni siquiera se llama igual que se escribe!
Como habéis podido ver al final del vídeo de presentación de la marca californiana, el nombre de marca Apple Watch ni siquiera se escribe así. La identificación entre identidad verbal (Apple) y visual (símbolo o icono de marca) es tal que en Cupertino han preferido utilizar, por primera vez, el símbolo corporativo delante del nombre Watch.
Así, el símbolo corporativo actúa como parte de la estrategia de Naming: las audiencias no leerán "Watch", sino "Apple Watch".
La letra "i", todavía en el resto de productos de Apple, se cae de la ecuación (y no sólo en el Apple Watch)
El primer producto en llevar esa "i" tan asociada a los productos de Apple fue el iMac de 1996. Después le siguieron el iPod, el iPhone y más tarde el iPad. Pero esta tradicional declinación de Naming parece estar empezando a cambiar. Y es que el Apple Watch no es la única nueva marca presentada en la pasada Keynote que no llevará la famosa "i" como prefijo del producto. Cierto, existe desde hace años el AppleTV, pero por un motivo bien distinto: Apple no pudo registrar en su día el nombre "iTV" por tratarse de uno de los principales canales de televisión de Reino Unido.
Como muchos ya sabréis, el nuevo servicio de pagos de Apple "tampoco" se llama iPay. Con el juego que hubiese dado eso de ir a comer con unos amigos y decir: "Tranquilos, yoPago"...
Hasta el mismo Tim Cook le llamó iWatch en vez de Apple Watch
El cambio de paradigma no va a ser fácil para muchos. Si no estamos concentrados, lo normal es que en vez de Apple Watch nos salga un iWatch de la lengua, por eso de la costumbre. Y si no, que se lo digan al propio CEO de Apple.
Las razones del cambio de declinación de Naming: el final de la era iDevice
En nuestra opinión brandera, son tres las razones del cambio de paradigma a nivel de Naming.
Motivos legales de registro de marca
Parece ser que la marca de relojes suizos Swatch hubiera presentado oposición, en las oficinas de registro de patentes y marcas correspondientes, a un nombre como iWatch. Ellos ya tienen en el mercado su iSwatch del que sólo la letra "S" separaría al iWatch.
La nueva Apple de Tim Cook versus la antigua Apple de Steve Jobs
Pero ese argumento no valdría para el nuevo servicio de pagos Apple Pay. Debemos buscar, por lo tanto, otro tipo de razones más allá de las meramente legales. Steve Jobs explicó en su día que la "i" del iMac significaba varias cosas, pero principalmente se refería a los conceptos de "Internet" e "individualidad" ("I", "yo" en inglés).
De todos modos, Apple no es la única (ni la primera) marca en utilizar prefijos tecnológicos delante de los lexemas de los nombres de sus productos. Y además, el prefijo "i" empieza a mostrar signos de desgaste. Esta es la nueva Apple de Tim Cook, ya no es la de Steve Jobs, y el abandono de los iNombres podría ser una forma más de afianzar el liderazgo del actual CEO.
Transferencia de valor de la marca corporativa a sus productos y submarcas
Cambiando la arquitectura de Naming support (mediante el prefijo "i") a una más monolítica con el endorsement de la marca corporativa Apple, los de Cupertino consiguen transferir directamente parte de los activos de la marca Apple a las nuevas submarcas y productos.
Más allá de la tecnología. Hacia un estilo de vida. Hacia la tecnología personalizable y humana.
Apple sigue siendo para muchos una marca puramente tecnológica. Ya sabéis, dime contra quién compites y te diré quién eres. Y en el caso de Apple tenemos a Google por un lado (en software y servicios) y a Samsung, LG, HTC y demás por otro (en hardware). Pero eso era antes.
Apple empieza con el Apple Watch un nuevo camino que va mucho más allá de la tecnología per se. Sólo hace falta que veáis el aspecto y las funciones del resto de "relojes inteligentes" de la competencia. Siguen siendo gadgets tecnológicos, "mini iPhones" reducidos al tamaño de la muñeca. El Apple Watch es mucho más que eso.
Fiel a su identidad de marca, la intersección entre Tecnología y Humanidades, Apple ha creado no un sólo producto: ha creado 2 millones de Apple Watch, que son las combinaciones posibles entre cajas, correas, y caras del reloj. Para que cada uno lo pueda hacer lo más personal posible. Y eso no ocurre ni con un smartphone ni con los actuales smartwatch de la competencia.
El error está justo ahí, en querer enfrentar al Apple Watch contra un Samsung Galaxy Gear. El error está justo ahí, en querer enmarcar a Apple en un sector del que ya está empezando a salir.