En el actual entorno hipercompetitivo no vale con tener un buen nombre. Hay que tener el mejor.

 

Atrás quedaron los nombres propios como Schweppes. Antiguamente, el proceso de Naming se limitaba a que el fundador de la empresa endorsaba con su propio nombre o apellido los productos o servicios que vendía. Nombres como Ford o El Corte Inglés no serían factibles actualmente. Porque los mercados evolucionan.

Y de la misma manera que gestionar un negocio no es lo mismo ahora que hace cincuenta años, crear el nombre de una marca no es tan fácil como antes. La principal razón radica en que, día tras día, la competitividad en el mercado aumenta. Estamos ante mercados hipercompetitivos donde tu marca debe destacar entre la multitud.