Una marca no es (solamente) un logo.
Las marcas han existido siempre. De hecho, son tan antiguas como lo es la humanidad. El Imperio Romano constituía, sin duda, una gran marca. Su identidad visual y verbal (logotipo y nombre de marca), S.P.Q.R., fue el estandarte de una identidad, unos valores y una cultura que compartían los ciudadanos romanos, y los diferenciaba del resto del mundo. Y todos tenemos en mente el logo del Imperio Romano.
Como tenemos grabados a fuego otros tantos logos. Y todos ellos tienen en común algo muy sencillo pero complicado a la vez: son más que un logo. La creación de identidades visuales es algo demasiado importante como para dejarlo a merced de cuestiones puramente estéticas, de diseño, o modales, según tendencias. Porque entonces tienes un logo, pero no tienes una marca. Y eso que una marca no es (sólo) un logo.