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La marca Samsung explota

La marca Samsung explota

Si la semana pasada os decíamos eso de "qué os vamos a contar de las últimas semanas del PSOE que no sepáis ya", en nuestro análisis de Branding de la crisis de los socialistas, hoy deberíamos comenzar con un "qué os vamos a contar de los últimas semanas de Samsung y su Galaxy Note 7 que no sepáis ya".

Pero para aquellos que viváis en Marte o en vuestro mundo particular sin contacto con el exterior y sus noticias más explosivas (lo sentimos, no nos hemos podido contener...) he aquí un breve resumen introductorio: los Samsung Galaxy Note 7 explotan.

¿Y ya está, ese es el resumen? Sí, ya está, es un resumen muy resumido. Bueno, en realidad podríamos comentaros que el tema empezó como quien no quiere la cosa, con cuatro o cinco phablets de la firma coreana haciendo de las suyas, explotando en bolsillos, explotando en hoteles, explotando en las manos de niños de seis años... explotando por ahí, vamos.

A ello siguió por parte de Samsung la típica e inicial fase de negación, para después terminar reconociendo, de forma algo forzada ya que fue la U.S. Consumer Safety Agency quien alertó del peligro que suponía tener entre manos un Samsung Galaxy Note, que su terminal era ciertamente explosivo y que iniciarían un programa de sustitución. Hasta este punto hubiera sido una "mini crisis" para la marca coreana. Pero la historia no acaba en este punto, de ser así no estarías leyendo este artículo de Branding. Porque más allá de baterías coreanas dispuestas a inmolarse le vamos a sacar jugo brandero, ya veréis.